Cuba negra libre

Cuando alguien toma una copa por la noche nunca piensa en esas pequeñas cosas que hacen que tu brebaje sea especial. Entre esos pequeños detalles nunca reparamos en que la mezcla entre el alcohol, fanta o tònica nunca presentan la misma densidad como para que entrelacen sus moléculas y nos hagan disfrutar del dulce placer de su sabor, es por ello cuando a alguna mente prodigiosa, digna de pasar a la historia, se le ocurre coger simplemente una pajita por la cual tomamos habitualmente nuestra copa y hacer una pequeña modificaciòn en uno de sus extremos convirtiéndola en una especie de pala de remar que sería digna de un campeón olímpico de piragüismo, la cual consigue que ambos elementos; ron y coca cola, se mezclen y se conviertan en un armonioso brebaje que cae por nuestros gaznates.